Al inicio de la década de los 80, un grupo de profesionales con experiencia en educación y con una visión formadora distinta concibió el primer proyecto educativo de carácter co-educacional, en el que dos colegios –uno masculino y otro femenino–, comparten una misma visión, recinto, equipo directivo, cuerpo de profesores y servicios, pero manteniendo cada uno de ellos su espacio propio y específico para las clases y recreos, y realizando en común otras actividades culturales, religiosas y sociales. Así nació el Colegio Padre Hurtado y Juanita de Los Andes.

Este grupo estaba compuesto por cinco personas, quienes hoy llamamos “los Fundadores”. Ellos son: Gloria Domínguez Barros (QEPD), Paula Cruz Domínguez, Bernardita Cruz Domínguez, Alejandro Jordán Fresno (QEPD) y Gustavo Gutiérrez Arístegui.

En palabras de los Fundadores el objetivo del colegio es “lograr seres íntegros, maduros y comprometidos con su fe. Encauzar al niño para que desarrolle al máximo sus capacidades, pero siempre respetando su propia individualidad, todo esto dentro de un profundo sentido de formación cristiana”.